De la Intuición a los Datos
Cuando Lucía Berenguer nos contactó en marzo del año pasado, su negocio de moda sostenible facturaba bien pero los márgenes parecían evaporarse cada trimestre. Tenía tres tiendas físicas y una tienda online que crecía rápido, pero sus números no reflejaban esa expansión.
El problema no era la falta de ventas. Era que cada canal operaba con su propia lógica y nadie veía el panorama completo. Los pedidos online afectaban el stock físico de formas que nadie anticipaba. Las rebajas se decidían según "lo que funcionó el año pasado" sin considerar los cambios reales del mercado.